
Pero lo mejor estaba por llegar: la prueba en pista de los GLK. Eso sí que ha sido divertido. Subiendo rampas llenas de barro (hoy estaba lloviendo de lo lindo), poniendo el coche a dos ruedas y finalmente pasando por un balancín.
Lo hemos hecho tan bien (ni una rayita, oiga) que hasta nos han regalado unas mantas para el coche y unas invitaciones para una fiesta que hay esta noche en Concept. Así que ahí me marcho. A+.