sábado, 22 de enero de 2011

La cocina de Scotsman

Esta semana he comenzado la nueva temporada de viajes donde más me gusta: en Glasgow. Y aprovechando que voy muchas veces, estoy probando diferentes lugares, con diferentes cocinas y me está encantando. Y eso que todavía no he probado la famosa "Deep fried Mars bar". Sí, es una chocolatina Mars rebozada. 

Hace un par de viajes estuve charlando un buen rato con la camarera del Blue Dog, por cierto una de las mejores coctelerías en las que he estado, y me pasó una lista de lugares para cenar. Impresionante. Tanto que siento que la tengo que compartir con vosotros. Sólo me quedaba el Cafe Gandolfi. Y ayer cayó, así que ahí va:

  • The Grill on the Corner. Sofisticado y quizás un poco caro, pero uno de los pocos lugares donde se puede probar el buey de Wagyu o de Kobe.
  • Two Fat Ladies (el del West End). Debe su nombre a que está en el número 88 de Dumbarton Road. Y en inglés el 88 son las dos Fat Ladies. Si os gusta el pescado no os lo podéis perder.
  • Rogano. Este también es un poco caro, pero las ostras merecen la pena. El ambiente es muy elegante.
  • Wagamama.Lo opuesto a Rogano. Es una franquicia de comida oriental. Todos los ramen que tienen están impresionantes. Barato.
  • Cafe Andaluz. Aunque como muy bien me dijo la camarera "Si eres español no deberías estar aquí". Es uno de los pocos restaurantes españoles que no decepcionan. Bueno, no mucho.
  • Khublai Khan. He de decir que ha habido un antes y un después de mi visita a este restaurante mongol. El concepto es muy parecido al de los Wok: eliges tu comida, tu salsa y el cocinero te lo prepara a la plancha. Pero yo nunca nunca había visto tantas especias en mi vida. Y lo mejor es que la salsa te la vas haciendo tú siguiendo una de las muchas recetas que tienen en la pared. Hay que ir.
  • Mother India. Yo tengo predilección por la comida india, pero es que este es uno de los mejores restaurantes indios fuera de la India. En serio. La pakora de haggies y el pollo tikka masala están para quedarse pegado al plato.
  • Cafe Gandolfi. Otro excelente restaurante de pescado. No demasiado grande y muy acogedor, con sus sillas y mesas de bloques de madera maciza.  

Hay más. Ahora no me acuerdo de todos, pero iré ampliado la lista. Incluso estoy pensando en extenderla a más ciudades. Ya veremos.

lunes, 10 de enero de 2011

Corriendo por el mundo

Estos días estoy leyendo un libro de Haruki Murakami titulado "De qué hablo cuando hablo de correr". En japonés 走ることについて語るときに僕の語ること. Un libro en el que cuenta su experiencia durante 25 años como escritor/corredor.
Yo, como Murakami, descubrí el placer de correr relativamente tarde, y sin embargo es algo que se ha integrado perfectamente en mi vida. Quizás sea por la sencillez (no se necesita casi equipación, ni compañeros, ni tiempo para prepararse), o por lo que despeja la mente, o porque correr es una de las actividades más primarias que hay; pero hay que reconocer que engancha.Y otra de las cosas que más me gusta de correr es que puedo compatibilizarlo con mi otra actividad favorita: viajar.

Para mí, el hecho de despertarme en cualquier ciudad del mundo, ponerme las zapatillas y salir a correr antes de desayunar es todo un placer: correr por el barrio de Jaifa esquivando a los mercaderes del zoco y terminar dándote una ducha en la playa de Tel Aviv, subir y bajar las colinas de Ciudad del Cabo descubriendo las playas, disfrutar de un amanecer en la Corniche de Beirut y desayunar en un café en la zona musulmana, perderse por las callejuelas y parques de Tokio y tener que volver al hotel usando el GPS, correr entre viñas y canguros, sentarte a echar un trago de agua y ver un koala. Eso es una pasada.

Hace unos días se me ocurrió que una cosa bonita para este año que empieza sería correr 2011 Km, pero eso es casi como hacer una maratón por semana. Así que creo que voy a dejarlo en una cifra redonda: mil. De momento llevo 37 Km en diez días, que está ligeramente por encima del objetivo. Ya veremos.