El valle de la Bekaa

Hoy Maya y yo hemos ido a visitar el valle de la Bekaa, a unos 30 Km de Beirut. Esta es la principal zona agrícola del Líbano y una de las pocas áreas llanas que he visto desde que llegué.
El valle se extiende hacia el norte unos 120 Km y pasa por la famosa ciudad de Baalbek, antiguamente conocida como Heliópolis. Aunque está bastante cerca de Beirut no hemos subido hasta allí, principalmente porque las distancias aquí son muy relativas: las carreteras son un auténtico desastre y este es el país que menos respeta las normas de conducción de los que conozco (y mira que he estados en sitios chungos).
Para que os hagáis una pequeña idea de lo que hablo:

• Al cruzar la calle hay que estar al 120% de capacidad de atención y reacción. Los coches no sólo no frenan, casi siempre aceleran y normalmente cambian de trayectoria para ir hacia donde estás parado y tan acojonadillo como Paco Martínez Soria en "La ciudad no es para mí". Supongo que lo hacen porque te tienes que mover y así dejas esa zona libre. Si fueran hacia donde no estás, corren el riesgo de que te muevas hacia allí y te atropellen. Pero eso es sólo una teoría. El caso es que se pasa mucho miedo. Aunque en Damasco hacían lo mismo y sobrevivimos.
• No hay semáforos. Da igual, tampoco los respetarían.
• No hay líneas de separación de carriles. De hecho no pintan el asfalto. El tráfico se regula solo. Si vienen de un sentido más que de otro se montan otro carril.
• La prioridad en los cruces, o en los cambios de sentido que te montes en la mitad de la carretera etc... viene marcada por los cojones que le eches al tema. En Egipto se basaba en el tamaño del vehículo: los camiones y autobuses hacen lo que les da la gana, etc... En Siria lo mejor era tener el coche hecho una mierda (te cruzas y el que tenga un coche nuevo seguro que no se quiere chocar contra tí) Pues aquí hay que echarle dos pelotas. Ante la duda, acelerar, sacar el brazo por la ventanilla, pitar y que se acojonen. Hoy mismo Maya (con su Fiat 500) se ha cruzado en el medio de la carretera mientras una hormigonera enorme venía a por nosotros (yo ya estaba viendo a la huesuda con su guadaña) y no ha me ha pasado nada.
• Y encima hay motocicletas a cascoporro.

Bueno, que uno no se aburre por aquí.
La comida como siempre excelente y los dulces una auténtica pasada. Hay uno con una especie de queso fresco, pero en plan grumoso, almendras, pistachos y miel que quita el sentido. Ya me he comido tres de esos y no he salido ni un día a correr, así que se me está borrando el six pack.
Bueno, me despido que me espera mi calle Gemayze.
مع السلامة

En uno de los mejores bares del mundo

De acuerdo con World's Luxury Guide (http://www.worlds-luxury-guide.com) que de cosas finas entienden un rato, el Sky Bar de Beirut es uno de los mejores bares del mundo. Mucho mejor incluso que el Iturza, si señor ;-)
Ayer de hecho estuvo David Guetta e hicieron el cierre de la temporada de verano por todo lo alto: fuegos artificiales y de todo. Menudo acojone, porque desde mi calle Gemayze parecía que estábamos en guerra. Todavía no me creo que esto esté tan tranquilo.
Bueno, pues a los que os gusten los bares ya tenéis otro motivo para venir por aquí.
Y ahora os dejo, que me voy a tomar algo con las chicas.

Pastel de cumpleaños en Gemayze

Ayer, después de un pequeño incidente con el cambio de hora automático de mi reloj llegué por fin a Beirut. Las chicas me estaban esperando para acompañarme al hotel y hacer después un pequeño tour por el centro de la ciudad.
Volver de Glasgow y llegar a una ciudad donde la gente va en manga corta o tirantes, está cenando en las terrazas de los bares mientras se fuman su narguile y todas las chicas son guapísimas es un gran alivio. Porque en Escocia a partir de las 5 de la tarde ya no hay nadie por la calle. Y creo que alguna vez os he comentado algo de las escocesas...
El caso es que estuvimos haciendo el crimen-tour: repasando todos los sitios donde han matado periodistas, presidentes, ministros, etc en los últimos años. Y luego nos fuimos a la calle Gemayze. Llena de bares petados de gente y con un ambiente impresionante. Otro detalle curioso: aquí los bares no son de fumadores o no fumadores. Tienen días. De hecho en la calle esta que os cuento no se va a poder fumar el miércoles que viene. Curioso.
Fuimos a cenar unos mezzes y a tomar unas copas y nos encontramos con unas amigas de Joëlle que estaban de cumpleaños. Y como ayer fue el mío nos juntamos y soplamos las velas juntos. Incluso me cantaron Cumpleaños Feliz (en español).
Bueno, os dejo que esta mañana nos vamos a recorrer un poco la Bekaa.
Maa Salama!

De viaje a por dulces libaneses

Después de traer los shortbreads escoceses, me dispongo a salir de nuevo a por más delicias. Esta vez iré a por unos حلوى (halva) libaneses, que son famosos en el mundo entero.
En general en los países musulmanes son bastantes golosos. A veces rozando lo extravagante como en marruecos, con sus pastelitos de miel con azúcar (que te disparan la glucosa con sólo mirarlos). Pero en la zona de Siria y Líbano hacen unas auténticas maravillas con pistachos, que según la revista Men's Health de este mes son buenísimos para la salud cardiovascular.
Os traería también unos dulces de esos de queso y miel enrollados, pero seguro que se ponen malos en el viaje, así que me los comeré yo y punto.
Bueno, nos vemos el jueves que viene. Y mañana es mi cumpleaños (35). Al que no se acuerde lo apunto en la lista negra.

De viaje a por shortbreads

El otro día traje a las chicas de la oficina unas cajitas de shortbreads de esas que me zampo a cascoporro cada vez que aterrizo por tierras escocesas. Y el caso es que tuvieron bastante éxito, así que ni corto ni perezoso me he venido a Glasgow a comprar otras cajitas.
El viaje es un verdadero horror. Sobre todo desde que eliminaron la mitad de los vuelos por el tema este de la crisis. Te puedes tirar perfectamente más tiempo volando y esperando la conexión en el aeropuerto que en el destino al que quieres ir.
Pero ya tengo las Walkers. Con su 33% de mantequilla. Pero bueno, la operación bikini ya terminó...

من جلاسجو لبيروت

La semana que viene va a ser un poco movida: el domingo 18 me marcho a Escocia a pasar unos días, vuelvo para celebrar mi cumpleaños y al día siguiente me voy al Líbano. A trabajar, no os penséis.
Ya que estaré por la zona, pensaba haberme hecho una extensión del viaje y aprovechar para pasarme por Israel, pero se complicaba bastante el tema de los vuelos, así que al final he decidido dejar la visita a Tierra Santa para más adelante.
Y ahora me vuelvo a mi libro de ruso, porque la semana que viene también retomo las clases y se me ha olvidado lo poco que sabía.
до свидания!