viernes, 17 de diciembre de 2010

Atrapado en Suiza

Al final me ha pillado el temporal.
Y no será por falta de información, que ahora con Internet y las simulaciones que hacen por ordenador, te enteras de la hora exacta a la que va a empezar a nevar y todo. Pero uno siempre peca de optimista.
El caso es que escapé por los pelos de Escocia (las nieves llegaron un par de horas después de que saliera), pero me dieron alcance en Suiza. Y aquí las predicciones tampoco fallaron: 15 centímetros de nieve por la noche y al día siguiente el aeropuerto cerrado. Ahora bien, de esta anécdota he sacado algunas conclusiones que os pueden ser de utilidad:
  1. Cuando os cancelen un vuelo: id primero al bar a pillar algo y luego a la cola de atención al cliente. Se acaba antes la comida que los asientos en el avión.
  2. Normalmente, se avanza más por teléfono que en la cola. Así que quedaos en el bar y llamad a la compañía.
  3. Si aún así queréis esperar a que os atiendan, recordad que la gente que lleva mucho tiempo esperando, no se queda contenta con una respuesta rápida (aunque sea favorable). Espera que le dediquen tiempo. Así que la cosa se hace cada vez más lenta. Id al bar.
 Ahora bien. En invierno al sur. Eso está claro.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Viven!

Hoy he tenido el gran placer de conocer personalmente a Álvaro Mangino, uno de los 16 supervivientes del accidente aéreo de Los Andes en 1972. Como casi todos vosotros, ya había leído el libro, he incluso visto la película en su día, pero escuchar de boca de Álvaro la historia es otra cosa.
Me gusta mucho el enfoque que hace sobre el liderazgo y la capacidad de organización y superación del hombre, aunque al final no se puede evitar hacerle alguna pregunta sobre la parte de "la alimentación".
En resumen,una charla  muy interesante y desde luego reconfortante saber que los aviones de Easyjet, al ser naranjas, se ven mucho mejor sobre la nieve que el que utilizó Álvaro.

lunes, 6 de diciembre de 2010

42 vuelos

Hoy me he puesto a contar y este año he hecho 42 vuelos (a falta de alguna sorpresa de última hora). Y eso que en vacaciones me he quedado en España, que si no...

Desgraciadamente, más de la mitad han sido con Easyjet, donde no hay tarjeta de millas ni nada parecido. Lo único bueno que tienen (aunque cada vez se nota menos la diferencia) es lo del Speedy Boarding. Y es que al fin, la gente se ha dado cuenta que pagar 8 € más y garantizarte un hueco para la maleta de mano sin tener que hacer fila media hora antes del embarque, merece la pena. Aunque siempre hay gente low pay.

Y aprovechando la situación, he aquí mi mini-ranking de compañías low cost (la peor y la mejor)

La mejor

 Si no voláis a Ginebra a poner a buen recaudo los dineros no os sonará de nada.
Pros: Las azafatas son un cielo, dan de comer gratis y hasta te ponen un pastelito con el café. Ahora incluso son del grupo Flying Blue y te suman millas.
Contras: Los aviones son de hélice (bueno, de dos hélices). Mi padre lo contaría como un pro, por eso de que planean si se quedan sin motor. Dicen que gastan menos.

La peor (con diferencia)

Esta no puede ser sorpresa para nadie. Prácticamente todas las semanas se oyen escándalos con esta gente.
Pros: Creo que es la más barata y una de las más puntuales.
Contras: Es de las más puntuales porque vuela a aeropuertos de #%&@, donde Nuestro Señor perdió las chanclas. Las azafatas rozan lo grosero y uno tiene la sensación de ir montado en una tómbola con alas. El primer vuelo de la mañana va limpio y a partir de entonces se limitan a recoger lo gordo. Como no hay espacio entre las fila de asientos, no puede haber bolsillo para los folletos, así que las azafatas te los van dando (muy usados). Sólo dejan llevar un bulto de 10Kg. y cada kilo extra vale a doblón. Si no haces el check-in online te clavan 40 €. Impresionante.

 El resto de compañías están relativamente bien (Vueling, Easyjet, Aer Lingus, etc...). De todas maneras, donde esté Singapore Airlines que se quiten todas.

martes, 30 de noviembre de 2010

Merchant City

¡Otra vez en Glasgow!
Esta semana he vuelto a alojarme en la zona de Merchant City, que viene a ser algo así como el centro histórico de la ciudad. En esta zona se alojaban los Lores del Tabaco, que hicieron auténticas fortunas comerciando con América. Se nota en los edificios, que son unas auténticas maravillas. Aquí ha habido mucho dinero.
Un detalle curioso, la torre que aparece a la derecha de la foto, también conocida como Tolbooth Steeple, es el resto de la antigua prisión. En las puertas de la misma hay unos ganchos que se utilizaban para colgar a los delincuentes en la época de los Lores.
Ahora la zona de Merchant City está llena de restaurantes de diseño, clubes, tiendas y galerías de arte. Junto con el West End es una de las mejoras zonas para salir de marcha.

sábado, 6 de noviembre de 2010

El pasillo más largo del mundo



Estas dos últimas semanas las he pasado en Glasgow. Y ya van unas cuantas en estos meses.
Esta vez estuve alojado en el hotel Grand Central, al lado de Central Station, en un edificio del siglo XIX donde en su día estuvieron alojados Frank Sinatra y Winston Churchill.
Como se puede apreciar en el vídeo, el hotel es bastante grande y la distancia entre el ascensor y la habitación hace que uno se lo piense un par de veces antes de volver a recoger "esa tontería que me he olvidado".
Como novedad comentar el descubrimiento de una zona llamada Merchant City, que es una auténtica maravilla. Ya os contaré más en la próxima entrada.

lunes, 16 de agosto de 2010

Cosas que se echan en falta al salir de viaje

Siguiendo el consejo de Ana, y con el objeto de que la gente salga preparada de viaje, me dispongo a daros la lista -no exhaustiva- de todo lo que me he ido encontrando, o mejor dicho echando en falta en mis salidas por el mundo.
Algunas son dramáticas (como el misterioso caso del desodorante en China, cuando no teníamos maleta ), otras son curiosas y el resto meramente anecdóticas. Bueno, ahí va, como el As de Bastos.
  • Desodorante: No debería haber sido traumático, de no haber decidido viajar sin equipaje. El caso es que en el verano de 2007 nos encontramos Michel y yo en Shanghai, a unos 40ºC y sin desodorante. Y es que los chinos no lo utilizan. Así que, si no sois chinos, no os olvidéis de llevar unos botes. Con suerte se lo podéis vender a los extranjeros que viven allí.
  • El café cortado. Aquí se juntan dos problemas: el café por ahí no es como el nuestro (el rollo del torrefacto y eso) y no hay manera humana de explicar qué es un cortado. Fuera de América Latina lo mejor es pedir un espresso y un poco de leche para apañártelo tú mismo. [Nota: si no sois muy exigentes, un espresso macchiato se le parece bastante]
  • Refrescos de limón. Parece una tontería, pero cuando te quieres tomar un Beefeater limón te toca bastante las narices. Pero tranquilos que la gente de Wikipedia tiene un listado de disponibilidad de sabores de Fanta por países. Aquí está. http://en.wikipedia.org/wiki/International_availability_of_Fanta Seguro que algún listillo me dice. "Ya, pero seguro que en lugar de Fanta tienen otra marca". Pues no, si Fanta no vende ese sabor es porque no tiene mercado. Raritos que son por ahí.
  • Sorbete de limón. Me he acordado al hablar del limón. No es sólo que no haya de limón. Es que los sorbetes nuestros, esos que se toman con pajita, se transforman en bolas de helado cuando cruzas la frontera. Serán cosas del idioma, pero no veas lo que fastidia.
  • Tortilla de patata. Nunca ha sido mi favorita, pero ya he dejado de pedirla por ahí. Cuando vas a un restaurante "español" siempre te la hacen probar (para joderte) y ver qué cara pones. La he llegado a ver con las patatas crudas. Crujiente. A la paella sin embargo le han cogido el punto en todos los sitios.
 Si me acuerdo de alguna cosa más digna de aparecer en la lista iré actualizando.

    jueves, 8 de julio de 2010

    Vuelta a casa

    Parecía un viaje largo, pero al final todo se acaba.
    Ahora mismo estoy en el aeropuerto de Singapur, preparándome psicológicamente para meterme otra panzada de 13 horas de vuelo (después de las 8 que ya llevo) y eso sólo para llegar a París, que luego tengo otras dos a Bilbao en uno de esos autobuses con alas. En total 32 horas después de despegar de Adelaida llegaré a mi casa.
    Recordadme que os cuente lo del azafato (bueno, tripulante de cabina de pasajeros como se dice ahora) de Qantas. Con más pluma que Toro Sentado. De hecho al indicarnos las salidas de emergencia se ha hecho un lío con los brazos que casi se los tenemos que desanudar... y nos os digo nada con lo del chaleco salvavidas y el tubito para terminar de inflarlo. Y con la mascarilla de oxígeno. Si es que su repertorio no tenía límite.
    Bueno, me voy a cenar un poquito de sushi, que aquí el pescado es muy bueno.

    domingo, 4 de julio de 2010

    Televisón en 3D

    Ayer estuvimos viendo el partido de fútbol de Argentina - Alemania en el cine EN 3D!
    Australia siempre ha sido un país que ha adaptado rápidamente las nuevas tecnologías (los iPads está por todos los sitios) y hace tiempo que a través de TDT tienen un canal en 3D.
    Cuando estuvimos en Sídney, en Darling Harbour había una caseta de Sony en la que hacían demostraciones de los nuevos televisores 3D para ver el fútbol y jugar a la Playstation. Ahí ya me dí cuenta de que quería comprarme una televisión en 3D. Sobre todo después de echar una partida a un juego de coches ;-)
    Pero lo de ver el fútbol en el cine en 3D es una pasada. A veces es como estar en el estadio y otras como si te hubieras metido en el campo de fútbol. Increíble. Y lo bien que suenan las vuvuzelas en Dolby Surround...

    viernes, 2 de julio de 2010

    En el McLaren Vale

    Siguiendo la ruta vinícola y después de haber visitado Barossa y Coonawarra, hoy hemos recorrido el valle de McLaren.
    Aunque el tiempo sigue siendo fresquito, ha salido un día de esos que dicen "sanos", en los que al sol se está genial, pero a la sombra te pelas de frío. Otro día os contaré las peculiaridades del sol en Australia (nunca os dejéis las gafas de sol).
    Total, que hemos aprovechado para probar unos vinos "in situ".
    Aunque lo mejor ha sido la botella de Lavina "The Aurum Release" que me ha dado Sam Daw. Es de esas de diseño que pesan tanto que no se sabe si están vacías o llenas. No creo que se me rompa en el vuelo, pero a la maleta ya le han caído otros dos kilos.
    A la vuelta nos la bebemos.

    miércoles, 30 de junio de 2010

    La comida en Australia

    Después de la aventura con el Sannakji, es una maravilla comer en Australia. Una de las cosas de las que siempre me he quejado en España, y especialmente en Logroño, es que los restaurantes son demasiado homogéneos. Yo creo que las tres cuartas partes de la carta son las mismas en todos los sitios, así que cuando salgo a cenar por ahí me da la impresión de estar comiendo siempre lo mismo.
    Sin embargo aquí es todo lo contrario. La cocina es una fusión de británica, mediterránea y asiática, últimamente con bastantes ingredientes orgánicos y hasta un poco de influencia árabe. Evidentemente también hay comida aborígen (cocodrilo, emu, canguro, etc...).
    Restaurantes de todo tipo. Hasta el día de hoy (y no llevo casi nada) he comido en un indio, en un tailandés, en un japonés, en un italiano, en un asador tipo brasileño (de esos de parrilla giratoria), en un marroquí y en un español. Debajo del hotel tengo un libanés y a la vuelta "The Stag", votado como el peor restaurante vegetariano de Adelaida. Mañana vamos con Meredith a cenar a un vietnamita y después ya veremos.
    También hay un restaurante coreano muy cerca de donde voy a desayunar, pero paso.
    Aparte de que en un restaurante normal de aquí tienen de todo.
    Todos los restaurantes compran sus cosas en el mercado central de Adelaide, que es una maravilla. Para mí, la sección de frutas y verduras sobre todo es impresionante. Nunca había visto tal cantidad de frutas tropicales exóticas juntas. El año pasado Jon y yo nos compramos una pieza de cada fruta que nunca habíamos comido y no nos las pudimos terminar todas.
    La sección del pescado, sin llegarle a la suela del zapato al mercado deTokio es muy interesante de ver. Por una parte, por lo variados y diferentes que son los pescados a lo que estamos acostumbrados a comer (me encanta ver los atunes rojos), y también por la sección de marisco, que aquí es muy barato. Y grande. Los gambones hay que cogerlos con las dos manos ;-)
    Y ahora me marcho a cenar. Ya veremos dónde termino, pero seguro que está bien. Mañana si saco un rato os cuento algo de las casas australianas.

    sábado, 26 de junio de 2010

    La Eureka Tower y Albert Park

    Al lado de nuestro hotel de Melbourne está la Eureka Tower. Un rascacielos de 300 metros que tiene el mirador más elevado del hemisferio sur (en el piso 88). Dato curioso, se llega antes en ascensor al piso más alto de la Eureka que a la tercera planta de mi casa.
    Para variar, en los dos días que hemos estado en Melbourne no ha parado de llover y no he podido salir a correr por el Yarra y Albert Park, así que las fotos que iba a hacer del circuito se quedan pendientes para el año que viene (que vendré en verano).
    Así que me puesto a hacer fotos desde la terraza de la Eureka (menudo vértigo).
    Hablando de la foto de la derecha: el lago que se ve al fondo de la imagen es el del circuito del Gran Premio de Melbourne. Como véis, está en la misma ciudad, así que los vecinos tienen que estar encantados.
    Mañana nos vamos a visitar la zona de Coonawarra (ya, a mí también me hace gracia el nombre), a otro pueblo de esos del Gold Rush. Espero que por el camino no atropellemos ningún canguro, porque este año están especialmente atontados. Animalicos.
    Bueno, todavía me quedan un par de semanas por aquí. Os seguiré contando.

    martes, 22 de junio de 2010

    Como las cabras (o los koalas)

    Hay que reconocer que a los españoles nos gusta estar en la calle: salir a tomar unas copas, sentarnos en una terraza... pero cuando no se puede, no se puede. De hecho, en invierno no hay terrazas. Pues aquí sí.
    Es que esta gente está como las cabras.
    Ahora mismo en Sídney no pasamos durante el día de los 20º C, pero hay un sol muy bueno y en la calle se está a gusto. Ahora bien, cuando cae la noche no hay quien pare. No olvidemos que es invierno.
    Pues a los amigos australianos les da igual. Calefactores en las terrazas y ya está. Que cuando estás al lado de la estufa te achicharras y a un par de metros te estás congelando.
    Y las pobres chicas en minifalda, porque aquí se lleva minifalda todo el año. Esto es surrealista.
    Bueno, sólo quería compartir esta reflexión con vosotros. Ahora me voy a una terracita a tomarme una Coopers.

    viernes, 18 de junio de 2010

    De órdago en órdago

    Ahora que ya estoy tranquilamente tomándome un Café Latte con un muffin en Starbucks, me pongo a recordar lo que he estado comiendo (y bebiendo) estos dos días en Seúl y se me ponen los pelos de punta.
    La historia empezó con un resturante "típico coreano" para ver el partido de España - Suiza. Empezamos bebiendo vino de arroz coreano y comiendo Kimchi (김치) Super asqueroso, pero como es el plato típico y cada vez que vengo aquí me lo ponen, pues ya hasta me lo como. Eso descolocó un poco a mis compañeros de mesa, que ya saben que su plato típico es una mierda (como lo rica que está la paella, que le gusta a todo el mundo) y quisieron reir un poco. Así que pidieron una sopa de callos y sangrecilla. Cagada, porque en España se comen las dos cosas.
    Pero ayer me pillaron. Y bien.
    Yo pensaba que en el sushi lo había visto todo. Pero no. De momento no me había tocado comer nada que se quisiera marchar del plato. Así que el Sannakji (낙지) es toda una experiencia. La clave es masticarlo bien, porque se han dado varios casos de asfixia (no es broma).



    Como podéis apreciar en el vídeo, las patitas no dejan de moverse. Y lo siguen haciendo cuando las tienes en entre los palillos y también cuando te las has metido en la boca. Además están más duras que la pata de una mesa. Total, que no merece la pena.
    Así que ahora estoy encantado con mi café...

    sábado, 12 de junio de 2010

    De romería en Coín

    Para disfrutar una semana de sol, buena comida y fiesta no hay como bajarse a Andalucía. Así que este año me he preparado un puente de San Bernabé de los buenos y me he pegado 8 horitas de coche para llegar a Benalmádena. Si no estuviera tan lejos, sería como para irse todos los fines de semana.
    Es que hace mejor tiempo, la gente es más simpática, los bares son más baratos, el mercado tiene mejor pescado y marisco. Y para terminar de joderla, las degustaciones son gratis. Porque en Logroño, después de hacer una cola de media hora para comerte una chuletilla mal hecha y un trago del vino del depósito ese que se les perdió a las Bodegas Reverte, te meten un viaje de dos euros.
    Creo que en Logroño alguna vez se ha intentado hacer una degustación gratuita, pero el desequilibrio demográfico de la zona norte hace que sea labor imposible. En cuanto algo es gratis, todos los jubilados de la comarca se acercan y forman una fila de esas de los anuncios de la ONCE. Y ya no hay manera. Así que hemos tenido que optar por pedir unos euros, como lo que quieren hacer en la Seguridad Social. Y sigue habiendo colas.
    Pero yo no os quería contar lo del festival del pescaíto frito de Torremolinos, eso lo dejo para otra ocasión. Ni tampoco las jornadas en la playa mientras por el móvil me contaban lo que estaba lloviendo en casa. No, hoy os quiero hablar de la Virgen de la Fuensanta y su romería.
    Cuando Jorge me invitó a peregrinar junto con su hermandad yo ya me imaginaba que la cosa pintaba bien. Como se puede apreciar en las fotos, la gente va muy preparada: carretas con equipos de sonido que serían la envidia de muchos tuning, tractores de los buenos, caballos… vaya cosa fina. Nosotros sin embargo teníamos un poni cojo y un carrito pequeño (pero lleno de rebujto, cervezas y tinto). Y muchas ganas de fiesta.
    La ruta, aun no siendo larga, tiene su complicación: cuando va “tajao” y le empiezan a rodear caballos pilotados por gente “tajá”, se masca la tragedia. Si a ello le añadimos que Jorge y yo casi nos despeñamos por ir a echar una meadita detrás de la curva, y que cuando aprieta la caló a mí de da la sed, pues que sigo vivo de milagro.
    Ahora bien, ya estoy bautizado y me he comprometido a volver el año que viene. Pero esta vez a caballo, para pisar a los “tajaos”.

    domingo, 4 de abril de 2010

    Semana Santa en Irlanda (del Norte)

    Desde que Enrique VIII fue excomulgado por casarse con Ana Bolena y rompió las relaciones con la iglesia católica, las fiestas religiosas en el Reino Unido no coinciden con las nuestras. Este hecho, junto con que no miré el calendario a la hora de confirmar la reunión trimestral con Diageo ha hecho que tenga que trabajar en Semana Santa.
    Llegar a Irlanda del Norte es tan complicado como hacerlo a Escocia. Desde que la bendita crisis llegó a nuestras tierras recortando el número de vuelos, hay que pasarse media vida en el aeropuerto haciendo escala. Así que tras pasar cuatro horas en Heathrow, pude poner rumbo a Belfast.
    Bushmills, el pueblo al que nos dirigimos, está en la costa norte a unos seis "valles" de distancia de Belfast y es famoso principalmente porque en su costa está la famosa Calzada del Gigante. Una formación de columnas de basalto realmente impresionante.

    La leyenda cuenta que en Irlanda y en Escocia vivían dos gigantes. El irlandés construyó un camino de piedras para poder pasar a Esocia, pero después de tanto trabajo estaba tan agotado que se quedó dormido. El escocés, una vez que vió el camino se dispusó a cruzar al otro lado a matar a su rival. La mujer del irlandés se escuchó sus pasos e ideó un plan para proteger a su esposo: disfrazarlo de bebé para que su enemigo pensara que el padre de ese bebé sería tan grande que se marcharía asustado. Y funcionó. Cuando el gigante escocés vió un bebé tan enorme, pensó que padre sería como poco tres veces más grande y se fué corriendo, y en su huída hundió las rocas en el mar para que no pudieran perseguirle. El caso es que en Escocia, en la gruta de Fingal, existen esas mismas columnas de basalto.
    Calzadas aparte, no hay gran cosa en Bushmills aparte de la destilería que lleva su mismo nombre y que fue fundada hace más de 400 años. La visita a la destilería es muy interesante, y como souvenir me llevé una caja de trufas con whisky, que para cuando leais estas líneas habrán desaparecido.
    El vuelo de vuelta, via Londres y con destino Bilbao, fue de nuevo un desastre. Ya sabéis lo que pasa en Bilbao cuando sopla viento del sur... que el avión de pone en modo montaña rusa ;-) Cuando tenga un poco de tiempo tengo que preparar una lista de los peores aeropuertos en los que he estado, que seguro que tiene bastante gracia.

    viernes, 19 de marzo de 2010

    Irn-Bru

    En pocos lugares del mundo hay una bebida más popular que la Cocacola. Escocia, como no, es uno de ellos. Porque esta gente es muy suya. Aquí tampoco le dan a la Pepsi, no, aquí el refresco por definición es Irn-Bru.
    ¿Recordáis que hace tiempo os comenté que cuando estoy de viaje a veces me despierto por la noche y no sé muy bien dónde estoy? Bueno, pues si al lado de la cama hay una botella de Irn-Bru estoy en Escocia.
    Lo mejor para la resaca, con ese agradable sabor a hierro con limón y azúcar. Combina perfectamente con vodka o whisky. Un básico.
    El lunes por la noche estuve cenando curry, el martes comí curry otra vez (este último bastante picante), y en el lounge del aeropuerto de Heathrow me metí otro curry para el cuerpo. Así, con dos pelotas. Pues si no hubiera tenido a mano mis botellines de Irn-Bru en estos momentos estaría en urgencias comiendo un poco de carbón activado para limpiar el veneno. No os lo puedo vender mejor. Hay que probarlo.

    viernes, 26 de febrero de 2010

    Como no sabemos hacer vino... hacemos cerveza

    El jueves pasado tuvimos una cena con la promoción 12+1 de enología de la Universidad de La Rioja. Es algo que hacemos todos los años y resulta muy divertido. Como os podéis imaginar, una de las tareas de estos enólogos es preparar un vino (bueno, varios), embotellarlo y todo eso. Nosotros les ayudamos en una pequeña parte -la cápsula- pero es bonito formar parte de "sus hijos". De las botellas que nos regalan siempre nos bebemos todas menos una que guardamos junto con las de las anteriores promociones.
    Y eso es una cosa que a me encantaría: hacer mi propio vino. Pero es bastante complicado, así hemos decidido que en lugar de vino nos vamos a lanzar a elaborar cerveza.
    Hacer cerveza no es nada difícil. De hecho ya tenemos en el despacho de Jon todo lo necesario (comprado en Internet) y alguna cosa optativa, como el aparato para mantener estable la temperatura de fermentación.
    Como en casi todas las cosas (excepto los muebles de IKEA) las instrucciones parecen bastante claras, así que parece complicado que la podamos cagar. Pero nunca se sabe. De momento la producción será de unos 30 l. y de la variedad lager (a priori la más sencillita) Ya tenemos los botellines, donativo de Vicasa, y los tapones corona. Las etiquetas las haremos en la impresora de Charo. Todo el que quiera un botellín que lo ponga en los comentarios y su petición será atendida.

    domingo, 14 de febrero de 2010

    Celebrando el año nuevo chino

    Ayer empezó el año nuevo chino, el año del tigre para los que todavía no lo sepáis. Y yo, en lugar de disfrazarme como todos los años, decidí apuntarme a la fiesta de celebración del año nuevo chino junto con mi profesora 靳希彤 y todos sus amigos.
    Estuvimos comiendo, viendo el programa especial de nochevieja en CCTV-1, jugando (bueno, aprendiendo a jugar) al 麻将, echando un quinito especial llamado 零零七 (007) y en definitiva, pasando un muy buen rato.
    Además este es mi año, que yo soy tigre.

    viernes, 12 de febrero de 2010

    Volando con ELAL

    Como bien sabéis, he volado bastante (este año ya llevo 6 vuelos en poco más de un mes) y me ha tocado probar prácticamente de todo: desde vuelos internos en plan mochilero con Tarom hasta transoceánicos en First Class.
    Pero nunca había volado con Elal desde el Ben Gurion.
    Son famosos los anillos de seguridad. De hecho empiezan desde que llegas en coche al aeropuerto con unas preguntas al conductor, siguen con agentes de paisano con formación militar que te van interrogando (dos más antes de llegar al mostrador de facturación), una entrevista intensiva, escaneo del equipaje con rayos X, otra inspección exhaustiva de las maletas y bolsos de mano, otra batería de preguntas relativas al equipaje, facturación con comprobación del pasaporte, control de seguridad por escaner corporal, análisis del equipaje de mano en busca de explosivos, otras preguntas más en control de pasaportes y al final montarse en el avión. Y eso es lo que ví. Parece ser que hay 3 ó 4 anillos más de seguridad invisibles (como cámaras de seguridad, personal camuflado,etc...) Si estáis pensando en ir a Tierra Santa, tened en cuenta que hay que estar unas tres horas antes de que salga el vuelo.
    Pero la comida a bordo es bastante buena. Y es kosher.

    jueves, 11 de febrero de 2010

    Atravesando el muro

    Esta tarde, después de visitar Jerusalem, hemos ido a Belén a ver la iglesia de la Natividad. La ciudad de Bethlehem, aún estando al lado de Jerusalem, se encuentra en el territorio autónomo de Palestina y separado por un muro de tres pares de pelotas de alto (para ser exactos 8 metros).
    Atravesar el muro (aún siendo europeo, turista y todo lo que quieras) impresiona bastante.
    Pidiendo un deseo en el muro de las lamentaciones

    Aprovechando que pasaba por Jerusalem, y que mi hermana necesita un empujón con el PIR, me he acercado al muro de las lamentaciones a poner un deseo. En unas semanas sabremos si funciona o no.
    En realidad es simplemente parte del muro de contención que hizo Herodes alrededor del segundo templo, pero es importante por ser según la tradición el lugar más cercano al Sancta Santorum (punto de creación de la tierra y la piedra donde Abraham fue para sacrificar a su hijo Isaac).
    Creo que ya os conté que el cargador de mi cámara hizo pluff, así que las fotos que tengo de Jerusalem son las que hice con el móvil, así que no merece la pena ni subirlas a Picassa.

    viernes, 5 de febrero de 2010

    Cena de gala. Y sin coche

    Ayer fue la BEN Dinner, una cena que se celebra anualmente a favor de la asociación BEN de Escocia. Esta asociación se encarga -entre otras cosas- de ayudar económicamente a la gente desfavorecida de la industria de los licores en Escocia.
    En la cena, después de los monólogos, se sortean varias cosas. Una de ellas un coche, que este año por culpa de la crisis y todo eso ha sido un Nissan. Pero otros años era un deportivo, así que esperemos que la economía mejore para que en el 2011 vuelvan las cosas a su cauce.

    martes, 26 de enero de 2010

    El día de Robert Burns (y los haggies del demonio)

    Ayer fue el día de Robert Burns, un poeta escocés del siglo XVIII. Nunca me había fijado, pero en la plaza de St. Georges (en la foto) hay una escultura con su efigie y ayer estaba llena de flores. Esta mañana he estado tentado de ponerle una pequeña nota de agradecimiento, no tanto por su poesía, sino por la famosa "Burns supper" o cena de Burns. Os cuento.
    Todos los 25 de Enero en Escocia se celebra el día de Rabbie Burns (el hijo predilecto de Escocia) con una cena típica. Y como yo soy muy respetuoso con las tradiciones decidí apuntarme a una cenita escocesa. Error.
    La cosa empieza con una bendición de la mesa con la siguiente oración:

    Some hae meat and canna eat,
    And some wad eat that want it;
    But we hae meat, and we can eat,
    Sae let the Lord be thankit. 


    Y entonces te tomas la sopa. Hasta aquí todo va bien.
    Y llegan los haggies. La gente se levanta y suenan las gaitas mientras alguien recita unos versos de Rabbie. Entonces se procede a cortarlos y a comerlos.
    Para los que no los conozcan, los haggies son unos embuchados bastante pesados hechos de corazón, hígado y pulmones de oveja, mezclado con cebolla, harina de avena y hierbas; todo ello metido en una bolsa hecha con el estómago y cocido. Muy ricos. Pero al que decidió que eso se comía en la cena había que matarlo.
    ¡Qué noche de acidez! Sin pegar ojo. ¡Qué pesadillas con los haggies!
    El año que viene lo tengo claro. El 25 de Enero a mí no me vuelven a pillar por Escocia.

    sábado, 9 de enero de 2010

    Tercera temporada

    Un año que se acaba, y de nuevo a organizar la lista de viajes para el que empieza. Este mes tenemos la convención de ventas, que lamentablemente será en España, así que no cuenta.
    Pero el mes de Febrero se presenta interesante. Una visita relámpago a Escocia (ya ni cuento las veces que he estado) y luego un viajecito de esos más exóticos. De momento no os adelanto nada, ya veréis.