miércoles, 30 de junio de 2010

La comida en Australia

Después de la aventura con el Sannakji, es una maravilla comer en Australia. Una de las cosas de las que siempre me he quejado en España, y especialmente en Logroño, es que los restaurantes son demasiado homogéneos. Yo creo que las tres cuartas partes de la carta son las mismas en todos los sitios, así que cuando salgo a cenar por ahí me da la impresión de estar comiendo siempre lo mismo.
Sin embargo aquí es todo lo contrario. La cocina es una fusión de británica, mediterránea y asiática, últimamente con bastantes ingredientes orgánicos y hasta un poco de influencia árabe. Evidentemente también hay comida aborígen (cocodrilo, emu, canguro, etc...).
Restaurantes de todo tipo. Hasta el día de hoy (y no llevo casi nada) he comido en un indio, en un tailandés, en un japonés, en un italiano, en un asador tipo brasileño (de esos de parrilla giratoria), en un marroquí y en un español. Debajo del hotel tengo un libanés y a la vuelta "The Stag", votado como el peor restaurante vegetariano de Adelaida. Mañana vamos con Meredith a cenar a un vietnamita y después ya veremos.
También hay un restaurante coreano muy cerca de donde voy a desayunar, pero paso.
Aparte de que en un restaurante normal de aquí tienen de todo.
Todos los restaurantes compran sus cosas en el mercado central de Adelaide, que es una maravilla. Para mí, la sección de frutas y verduras sobre todo es impresionante. Nunca había visto tal cantidad de frutas tropicales exóticas juntas. El año pasado Jon y yo nos compramos una pieza de cada fruta que nunca habíamos comido y no nos las pudimos terminar todas.
La sección del pescado, sin llegarle a la suela del zapato al mercado deTokio es muy interesante de ver. Por una parte, por lo variados y diferentes que son los pescados a lo que estamos acostumbrados a comer (me encanta ver los atunes rojos), y también por la sección de marisco, que aquí es muy barato. Y grande. Los gambones hay que cogerlos con las dos manos ;-)
Y ahora me marcho a cenar. Ya veremos dónde termino, pero seguro que está bien. Mañana si saco un rato os cuento algo de las casas australianas.

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