viernes, 18 de junio de 2010

De órdago en órdago

Ahora que ya estoy tranquilamente tomándome un Café Latte con un muffin en Starbucks, me pongo a recordar lo que he estado comiendo (y bebiendo) estos dos días en Seúl y se me ponen los pelos de punta.
La historia empezó con un resturante "típico coreano" para ver el partido de España - Suiza. Empezamos bebiendo vino de arroz coreano y comiendo Kimchi (김치) Super asqueroso, pero como es el plato típico y cada vez que vengo aquí me lo ponen, pues ya hasta me lo como. Eso descolocó un poco a mis compañeros de mesa, que ya saben que su plato típico es una mierda (como lo rica que está la paella, que le gusta a todo el mundo) y quisieron reir un poco. Así que pidieron una sopa de callos y sangrecilla. Cagada, porque en España se comen las dos cosas.
Pero ayer me pillaron. Y bien.
Yo pensaba que en el sushi lo había visto todo. Pero no. De momento no me había tocado comer nada que se quisiera marchar del plato. Así que el Sannakji (낙지) es toda una experiencia. La clave es masticarlo bien, porque se han dado varios casos de asfixia (no es broma).



Como podéis apreciar en el vídeo, las patitas no dejan de moverse. Y lo siguen haciendo cuando las tienes en entre los palillos y también cuando te las has metido en la boca. Además están más duras que la pata de una mesa. Total, que no merece la pena.
Así que ahora estoy encantado con mi café...

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