jueves, 26 de mayo de 2011

Warra, warra y más warra

La nueva palabra de moda: warra. Y no sólo por lo divertido que puede sonar el ir a pasar la tarde a Coonawarra, Warra warra (mi favorita) o Murra Warra. Sino porque warra en el idioma aborigen significa "agua". Y en Melbourne está cayendo warra a base de bien.
Hay a quien le gusta decir eso de que aquí tienen las cuatro estaciones en un día, pero yo me decanto por que aquí sólo tienen dos: la estación lluviosa y la del tren.

Bromas aparte, y una vez superado el tema de las lluvias tengo, que reconocer que el viaje está siendo muy interesante. El finde lo hemos pasado en la zona de Mornington Peninsula, que es una zona muy pintoresca y donde algunas bodegas como Kooyong (y dale con los nombres) tienen unas vistas espectaculares. De hecho, y ya lo veréis cuando cuelgue alguna foto, son edificios construidos alrededor de dos conceptos que en Rioja no tenemos tan explotados como aquí, que son: la zona de catas y el restaurante. Esta bodega especialmente vista desde fuera parece un bunker hecho de piedra caliza compactada, pero por dentro es un mirador hacia la bahía de Port Phillip con unas vistas impresionantes de los viñedos. Una auténtica maravilla para disfrutar mientras se catan unos vinos o se deleita uno con la gastronomía local.

Bueno, mañana salimos hacia South Australia, a Adelaida. Esperemos que el clima mejore.

sábado, 21 de mayo de 2011

Volando en el A380: bar, cama y motores averiados

El pepino volante en Heathrow
Hoy ha sido un día largo. Muy largo.
A falta de un criterio mejor, mi día termina cuando me meto a la cama a dormir. Y eso lo hice por última vez en Londres, y era lunes. El martes me levanté, preparé la maleta y me fui a pasar el día a la London Wine Fair. Por la noche me monté en el avión y he llegado a Melbourne el viernes a las 6 de la mañana con un jetlag de los buenos. Y es que con tantas emociones en el vuelo no he pegado ojo.

Para empezar el avión. Grande, y lleno de actividades. ¿Quién se puede estar quieto en el asiento teniendo un bar? Yo no. No es nada del otro jueves, pero por lo menos es más entretenido que ver una película doblada al mexicano o vídeos de cámara oculta. Y cuando te has tomado un par de vinos, el sistema que tienen los asientos de mensajería instantánea entre pasajeros se convierte en algo muy divertido.

El bar antes del incidente
Lo de las camas en este avión es algo méramente anecdótico. La clavada que pegan por una suite es algo que supongo que me quitaría el sueño. Aunque no tanto como lo del motor.
Y mira que ya sabía yo que los motores Rolls en estos aviones fallan bastante. De hecho, hace una semana tuvieron que hacer un aterrizaje de emergencia en Hong Kong porque algo no iba fino con el fuselaje. Esta vez el problema se resolvió sacrificando a un mecánico, porque en Singapur se metieron dos tíos en el motor y sólo salió uno. Pero al menos conseguimos llegar de una pieza.

Ahora me quedan casi tres semanas por Australia (Melbourne, Adelaide y Sídney) antes de volver a montarme en el pepino volante. Ya os iré contando.

lunes, 9 de mayo de 2011

Maratón 

Llegando a meta
Ayer corrí la Maratón Martín Fiz en Vitoria. Mi primera maratón.
Enfrentarse a los 42,195 Km es una cosa que impone bastante así que, aunque había entrenado bastante las semanas anteriores, empecé a correr con respecto y poco a poco (a unos 5 min y algo el Km).
El principal objetivo, y por lo que he leído por ahí el de todo el que corre por primera vez esa distancia, era terminar. Y como objetivo secundario hacerlo por debajo de las 4 horas. Y conseguí los dos: pasé por la línea de meta en 3h 43m. Así que hoy estoy muy contento.
Esta semana que viene apenas saldré a correr porque tengo las piernas molidas y en Australia espero dedicarme simplemente a mantener la forma, pero en cuanto vuelva a casa me apunto a la siguiente. A bajar de las 3 horas!