Una agradable sorpresa al llegar a la oficina: ya ha llegado mi coche! Todo nuevito, que majo...Lo mejor de todo es que ya no tengo que ir con esa especie de coche funerario, que era muy práctico para hacer la compra en el hiper, pero estéticamente dejaba mucho que desear.
Esta noche me he traído a casa el manual de instrucciones, porque el cacharro en cuestión tiene incluso su propio disco duro. Lo malo es que no se termina de llevar bien con mi teléfono y se está constantemente desconectando el bluetooth.
Esta semana estaré por aquí, así que ya iremos quedando a tomar unas cañas y os enseño las fotos de Australia.
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